viernes, 29 de junio de 2012

Lo complicado del sufragio

Definitivamente votar se complica cuando ninguno de los candidatos te agrada, cuando piensas que el sistema de partidos y el voto dista mucho de ser democrático, cuando de entrada uno se pregunta porqué un tipo o tipa cree que puede resolverte tus problemas, cuando seguramente ni siquiera puede resolver los suyos.

Y frente a todo esto uno tiene básicamente dos opciones, ignorar los llamados al voto y hacer cualquier otra actividad el próximo domingo, o acudir a las urnas; y ahí otras dos: votar por alguien que no te convence del todo, o de plano anular la boleta y pensar que tiene algún efecto manifestarles así tu desprecio.

Y despues de todas estas disertaciones, pienso que algún elemento de razón puede decidir mi actuar. Lo primero que se me ocurre es pensar en los grandes problemas que desde mi perspectiva tiene el país y ver que piensa hacer cada uno de esos candidatos para resolverlos.

Estamos metidos en una guerra que responde a intereses de nuestro poderoso vecino y que lleva más de 60,000 muertos y miles más de desplazados y desaparecidos, dos de estos candidatos piensan que la estrategia que se tiene es la correcta y que incluso hay que reforzarla, sin embargo, la estrategia ha sido criticada por expertos internacionales en la materia y hasta por propios militares, quienes la acusan de incrementar la violencia y hacer aún más atractivo el ingreso de jóvenes a las filas del narco.  Uno de estos candidatos propone una estrategia distinta que atienda el fenómeno de manera sistémica.

Hemos perdido soberanía alimentaria, México cada vez importa más los alimentos que requerimos, no obstante que hace no mucho éramos autosuficientes. Pero si esto no fuera grave, a pesar de que México es centro de origen y biodiversidad del maíz, a dos de estos candidatos y sus partidos se les ha ocurrido pensar que lo que nuestro país necesita es la siembra de maiz transgénico, no obstante las advertencias del riesgo ambiental que esto genera y el posible despojo al campesino de sus semillas y a nosotros de nuestro alimento.  Uno de estos candidatos se opone a la siembra de maíz transgénico.

Presentamos la mayor concentración de medios, a tal grado que son capaces de imponer un candidato a la presidencia, que a pesar de los resultados de aumento en la violencia, corrupción y violación a los derechos humanos en el estado que gobernó, está logrando un alto porcentaje de las preferencias. Un amigo me decía: ¿a mí en qué me afecta Televisa y TV Azteca?, simplemente lo que no se ve no se atiende y justo en este país nos permitimos tal desigualdad, injusticia, e impunidad, gracias a que los medios solapan y encubren esta situación a cambio de prebendas. Decía Actom el poder total corrompe totalmente y desafortunadamente gracias al entregismo plasmado en la ley televisa que se otorgó para llevar lograr que Calderón fuera presidente, un gran poder se ha concentrado en estos medios. Dos de estos partidos cuentan con estrechos vínculos con tales televisoras, solo uno de ellos ha señalado acciones claras para promover mayor competencia en estos medios.

No podemos dejar de mencionar la pobreza de nuestro país a pesar de sus amplios recursos que nos hacen tener a varios de los hombres más ricos del mundo. Tenemos 60 millones de pobres y lejos de disminuirse la pobreza ha aumentado en el último sexenio, dos de estos candidatos afirman que basta con brindar asistencia a los pobres y no cuestionan el sistema económico que los está generando, solo uno de ellos relaciona la política económica con la pobreza.

Sería ingenuo pensar que alguno de ellos va a cumplir con sus compromisos, pero podemos exigirlo y organizarnos para que los cumpla, sin embargo, dificilmente podríamos pedirle a alguien ejecute algo que jamás prometió realizar. Por eso pienso votar por Andrés Manuel López Obrador, no porque confíe en él, pero al menos confío en nuestra capacidad de organizarnos al rededor de una política más acorde a nuestra percepción de las acciones que requiere el país para solucionar sus problemas.

Y así empezaré por mostrar mañana que no somos partidos, que somos ciudadanos (as) que vamos a estar vigilantes y organizados para transformar nuestro país en uno menos desigual y me uniré a esa diversidad de opiniones que probablemente no coincidan con mi voto, pero que coincidimos en generar un cambio. Mañana marchamos ¡Yo soy 132!      

   


domingo, 10 de junio de 2012

Yo soy # 132

De pronto en mi breve retiro argentino hace unas semanas, empecé a escuchar de la Primavera Mexicana. Estaba lejos y con asombro y alegría veía como al parecer por fin despertábamos, que cuando todo parecía arreglado y el pueblo prácticamente estaba resignado para aceptar los designios de la tele, una chispa encendio la llama que estábamos esperando.

Un grupo de estudiantes de una universidad privada, de la que soy orgullosamente egresado, vive en carne propia la desinformación del acontecimiento del que fueron causantes: un terrible abucheo y persecución del candidato de la TV a la presidencia de la República, en su comparecencia a la Universidad Iberoamericana.

La TV y medios asociados los ignoran y los presentan como acarreados, incluso alguien se atreve a decir que ni siquiera son estudiantes de la ibero, ellos no tardan en responder con un video en el que 131 alumnos presentes en la protesta muestran su caras, nombres y credenciales que los acreditan como estudiantes de dicha universidad.

A partir de ahí inicia el movimiento Yo Soy # 132, en el que millones de personas ya no solo estudiantes de esta universidad, se unen a la consigna de una actitud informativa responsable de los medios y la negativa a la imposición de un presidente a través de la desinformación.

La telenovela se cae y a partir de ahí, la posibilidad de que las cosas pueden ser distintas aparece, alumnos de muchas universidades se unen al movimiento, como nunca universidades públicas y privadas participan en asambleas profundamente democráticas, se acaba la representación, solo hay voceros, pero nadie representa a nadie, todos tenemos voz y podemos hacerla oir.

Acabo de volver de una marcha, eramos miles identificados con este movimiento que no es exclusivamente estudiantil, la gente cantaba, los comercios estaban abiertos y saludaban a los miles que pasaban en los distintos contingentes, la paz y la alegría fluían en todo Reforma.

Las máscaras se caen, la protesta ya no espera nada de los políticos, de aquellos que se dicen sus representantes, va a ver de frente a quienes efectivamente detentan el poder y empieza a comprender, que mientras unos pocos se ostenten como guardianes de la verdad, las grandes injusticias que vivimos en este país seguirán sin indignarnos.

El paso está dado, volvemos a sentirnos capaces de cambiar las cosas, de saber que juntos somos poderosos, que este sistema está sostenido por nuestra indiferencia y nuestra ignorancia, solapada por una comparsa de medios que nos vendan los ojos.
 
Tengo la fortuna de haber vuelto a las aulas, de volver a ser estudiante y vivir desde este sitio este momento histórico de despertar, pero si no, de todos modos, desde cualquier papel que me hubiera tocado como mexicano; diría con orgullo:  ¡YO SOY # 132!